Partido muy complicado el ganado el domingo por el G.D. Miño, ante un Guillarey que creó mucho peligro a balón parado.
El partido empezó con un Miño jugándo el balón en corto y saliendo con facilidad desde atrás, pues el Guillarey se replegaba atrás y presionaba sólo en su propio campo. Esto permitía al G.D. salir de forma cómoda pero no llegar al área rival con facilidad. El partido parecía que se limitaría a ver cuanto tiempo aguantaría el Guillarey sin encajar un gol. Sin embargo, en el minuto 9, los visitantes marcaron un golazo a saque de falta indirecta, el balón se coló por la escuadra sin que Pazos pudiese hacer nada.
Y si algo podía ir peor, dos minutos después, otro saque de falta de los visitantes es detenido por Pazos, pero el balón tropieza en el talón de Gonzalo y se cuela en la portería. Minuto 11 y el marcador reflejaba un sorpresivo 0-2.
El equipo ni aun así se vino abajo, y empezó a jugar más directamente. Gito recibía en la línea de tres cuartos y creaba mucho peligro con sus internadas. En el minuto 20, se va por la derecha y es derribado claramente por el último defensa, pero el árbitro señaló córner. Por suerte, un par de minutos después, otra internada de Gito la acaba con un disparo que el portero despeja flojamente, el balón se queda en el área pequeña, entre el portero y un defensa pero ninguno de ellos va hacia el balón, hecho que aprovecha Óscar para acortar distancias.
Este gol dió alas al Miño, que despertaba del todo. Pronto llegaría el empate cuando Carrero recoge un rechace en la frontal y hace un pase picado perfecto hacia Óscar, el delantero controla como puede, el balón le da en el brazo y queda entre la portería y el portero que había salido a por uvas. Óscar y el portero lucharon por llegar primero al balón y el más rápido fue el miñota, que empataba el partido a falta de 10 minutos para el descanso.
Los últimos minutos fueron de dominio del Miño, que pudo marcar por dos veces, cuando Edu falló un cabezazo a centro de Gito, y luego Félix, que también cabeceó fuera a centro de Óscar.
La segunda parte fue también muy igualada. Las ocasiones llegaban, sin mucho peligro, en las dos áreas. El primer gol tardaría en llegar nada menos que 20 minutos. Gito recogió el balón en la delantera y encaró al portero, tirando el balón fuera y tirándose en el área. El árbitro picó y señaló un penalty muy discutido por los visitantes, por razones obvias. El encargado de lanzar el penalty fue Josito, que lo transformó con un potente disparo que entró muy cerca del larguero (demasiado cerca posiblemente).
Pero poco duró la ventaja al Miño, pues dos minutos después el Guillarey lanza un córner y Pazos falla en la salida, dejando al delantero rematar sólo para poner el 3-3 en el marcador.
Quedaban 15 minutos y el partido olía a empate, pero la suerte se alió con el Miño. En el minuto 75 Gito se va por la izquierda y lanza un tiro muy flojo pero que el portero se traga inexplicablemente, poniendo el 4-3 en el marcador. Tres minutos después, el Guillarey lanza otra falta en la frontal y, cuando todo el mundo veía el 4-4, el balón se estrella en la escuadra.
Ya a punto de llegar al minuto 90, Juanillo mataría el partido al aprovechar un balón peinado por Quiño para adelantarse al portero y colarle el balón ante su salida a la desesperada. 5 a 3 y el partido estaba muerto al fin.
Con esta victoria el Miño sigue arriba, esperando un pinchazo de los de arriba. Y tal como nos quejamos de los árbitros en jornadas anteriores, hay que reconocer que las decisiones del colegiado de esta semana nos favorecieron en cierta medida, pues a pesar de no pitar el penalty de la primera parte a Gito, pitó uno inexistente en la segunda y, además, podía haber anulado el 2-2 por mano de Óscar, aunque estaba claro que era involuntaria.
Resaltar también la gran cantidad de público que una semana más nos animó, por mucha lluvia y frío que haga. Sois los más grandes!
Crónica elaborada por Oskar
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